Entre los textos que se nos han
dado para analizar esta primera clase con vista al trabajo modular han sido
cuatro. En nuestro grupo, Flor de Primavera, hemos dividido el trabajo para
hacerlo más ameno y en esta repartición yo he sido la encargada de analizar el
texto de "Televisión,
familia e imitación" del profesor y escritor Joan Ferresí
iPrats.
Ferresí se adentra en
un tema de gran polémica como es el de las nuevas tecnologías y detalla cómo
esto está afectando, positiva o negativamente, a las nuevas generaciones. Su
texto se divide en dos subtemas (lo que pasa dentro de la pantalla y lo que
pasa fuera) siempre teniendo como referencia la imitación que ejercen los
telespectadores una vez que se ha interiorizado lo que la tv nos ofrece. La
televisión tiene muchísima influencia socializadora y moldeadora en las
conciencias y, por desgracia, los niños son los más influenciables en este
aspecto y ello conlleva a que esta imitación se dé de una forma más brusca y
rápida.
Fijándonos en la pantalla,
vemos diferentes procesos que sufre un telespectador. El primer paso es cuando
la persona se siente atraído por cierto personaje que aparece en su serie o
película favorita y la contamina con una carga positiva (aceptar) o negativa
(rechazar); después, consciente o inconsciente, comienza a imitarlo habiendo
sido contaminado este ideológica
y éticamente. Cuanto mayor sea la atracción, mayor será la capacidad de
penetración y, por consiguiente, si la imitación está en la base de la
socialización, la seducción está en la base de la imitación.
En un pequeño
paréntesis Ferresí comenta como la violencia es algo que interiorizamos desde
edades tempranas y que a veces lo hacemos de una forma positiva; es decir, no
vemos la violencia de la misma forma cuando Caperucita está sufriendo por el
lobo o cuando Rambo pega a sus adversarios. El espectador disfruta de la
violencia y la guarda dentro desde su punto de vista ético.
Fuera de la pantalla el autor nos explica como los
propios padres eran y son el modelo a seguir de los jóvenes, pero el problema llega
cuando ellos no seducen suficiente a los pequeños y la atracción se pierde.
Ferresí aconseja a los padres que
compaginen el placer del televisor con otros placeres (leer, cine, etc.) y así
crear una balanza. También, recalca
como para que una sociedad llegue
a ser consciente, reflexiva y crítica, la escuela y la familia deben actuar
conjuntamente. A fin de cuentas, la televisión impone actualmente los
principales modelos de comportamiento y debemos aprender a analizarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario