Este incidente ocurre cuando yo tengo 16 años. Es un día
en el que tengo la casa libre, así que reúno a un par de amigos y amigas para
pasar la tarde y beber algo antes de salir de fiesta.
Mientras estamos en la sala pasando el rato, se nos
ocurre utilizar la plataforma Twitcam para divertirnos un rato y, a la vez,
amenizar la tarde de los demás. Esta web sirve para hacer vídeos en directo
mientras que diversas personas (las que tú quieras), te ven. En nuestro caso
publicamos el link en nuestros perfiles de Twitter, pero al no tener demasiados
seguidores, sólo tenemos 4 viewers visionándonos. Queríamos que personas
cercanas nos viesen, comentasen y compartiésemos ese rato con ellos/as.
Una media hora después los viewers comienzan a aumentar
de forma muy rápida: en menos de cinco minutos nos encontramos con 258 viewers.
No sabemos ni por qué se debe ni quién nos está viendo. Comenzamos a recibir
comentarios un tanto subidos de tono que, teniendo en cuenta que somos menores
de edad, queda muy fuera de lugar.
Al poco rato, uno/a de los/as conectados/as a nuestro
directo, nos comenta que alguien ha publicado el link de nuestro vídeo en forocoches. En un abrir y cerrar de ojos tenemos a cientos de personas
desconocidas visualizándonos.
El incidente me hizo darme cuenta de con qué facilidad
desconocidos/as pueden acceder a tu información y vigilarte.
- Vídeo sobre el relato.